Todo proyecto, sea de la naturaleza que sea, nace como una idea. Esa idea surge, evoluciona, y adquiere poco a poco solidez hasta quedar perfectamente conceptualizada.
Pero no basta con la sola idea para llevar a cabo algo, claro está. Siempre será necesario ir considerando muchas cosas que, de una u otra forma, se van a presentar en el largo proceso que divide
a una idea de algo consolidado.
En otras palabras: es necesario establecer metas y objetivos concretos que nos ayuden a llevar por buen camino ese proyecto que, por ahora, sólo está en la mente.
Aunque todo proyecto es diferente en complejidad, duración, temática o costo, es posible reconocer algunas etapas comunes.
Desde una perspectiva general, existen 3 grandes etapas en la elaboración de un proyecto:
Planificación: esta etapa sirve para delimitar alcances (qué se quiere hacer y por qué se quiere hacer), costos (presupuesto), tiempos (calendarización), y recursos
necesarios (tanto humanos como materiales), para la realización del proyecto. No puede dejarse de lado algo importante: esta etapa también sirve para intercambio de ideas, sugerencias,
experiencias, etc., que ayuden a "darle forma" a una idea inicial.
Ejecución: en esta etapa entra en juego una administración estricta de todos los recursos considerados en la etapa previa. La correcta transmisión y documentación de la
información es parte fundamental pues se debe de informar a detalle de cualquier avance, incidente, problema o duda que se pueda presentar. La coordinación y realización de tareas (previamente
asignadas y delimitadas en la etapa de planeación), son las palabras clave de esta etapa.
Evaluación: esta etapa es para realizar un profundo análisis entre lo realizado y lo planeado. Si el proyecto, una vez que se ha puesto en marcha, cumple con las
expectativas trazadas, puede medirse entonces el grado de éxito alcanzado.
Evidentemente, cada etapa puede dividirse en otras sub-etapas que permitan detallar todo un proceso:
Conclusiones
Independientemente del número de sub-etapas que puedan obtenerse, el esqueleto principal que se muestra puede ser considerado como la base de todo proyecto que se
emprenda.
En la práctica, muchas etapas y/o sub-etapas pueden coexistir en un mismo momento. Lo importante es que nos aseguremos de concluir todas en tiempo y
forma.
Recordemos algo importante: cuando las cosas no se planean, hay altas probabilidades de que las cosas no salgan tan bien como esperábamos.
Y tú, amable lector, ¿cómo planificas los proyectos que traes en la mente?
Comentarios, bienvenidos!!!
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